La mayoría de las personas considera la estrategia como un evento, un momento mágico que cambia el rumbo de una empresa y define su éxito por generaciones. La historia cuenta que algunas personas inteligentes se reúnen (u ocasionalmente un genio solitario), deciden qué van a hacer, y luego comienzan a implementar esa estrategia. En realidad, no es así como funciona el mundo.
La estrategia no es un evento, sino un proceso. Las personas que deciden qué estrategia debe seguir una empresa no tienen toda la información, y es casi imposible predecir qué funcionará o no sin probarlo. Más importante que conocer la estrategia correcta es entender cómo desarrollar esa estrategia correcta y qué métodos usar para desarrollar tal estrategia dependiendo del contexto en el que te encuentras. En este artículo, exploraremos dos tipos de estrategias: emergente y deliberativa, así como los conceptos de buen dinero y mal dinero.
Estrategia Emergente#

Una estrategia emergente es un tipo de estrategia que emerge como resultado de experimentación y aprendizaje. No es pre-planificada, sino que evoluciona, y a menudo se usa en entornos complejos e inciertos, donde la planificación tradicional es menos efectiva. Permiten innovación y creatividad, ya que no están restringidas por un plan rígido.
Para desarrollar una estrategia emergente, necesitas estar abierto a la experimentación y dispuesto a aprender de tus experiencias y debes estar preparado para ajustar tu enfoque basándote en el feedback de clientes, colegas y stakeholders. Necesitas estar cómodo con la ambigüedad e incertidumbre, ya que las estrategias emergentes no están garantizadas de tener éxito. Sin embargo, al abrazar la estrategia emergente, típicamente puedes encontrar formas nuevas e innovadoras de alcanzar tus objetivos.
Estrategia Deliberativa#
La estrategia deliberativa, por otro lado, es un enfoque más tradicional para el desarrollo de estrategia. Implica planificación y análisis cuidadosos, con enfoque en identificar el curso de acción más efectivo. La estrategia deliberativa típicamente se usa en entornos más estables y predecibles, donde hay mayor certeza sobre el futuro. Las estrategias deliberativas son más estructuradas y rígidas, ya que se basan en un plan pre-definido.
Para desarrollar una estrategia deliberativa, necesitas ser analítico y orientado a datos. Debes conducir investigación y análisis exhaustivos para entender el entorno e identificar oportunidades y amenazas. Debes establecer objetivos claros y desarrollar un plan detallado para alcanzarlos. Igualmente, también debes estar preparado para monitorear y ajustar tu estrategia a medida que las circunstancias cambian.
Buen Dinero vs. Mal Dinero#

Al desarrollar una estrategia, ya sea emergente o deliberativa, es importante considerar el concepto de buen dinero y mal dinero. En esta teoría, el dinero tiene características especiales que reflejan los requisitos de los inversionistas.
Imaginemos que estás comenzando tu propia empresa, tienes una idea y un pequeño equipo dispuesto a unirse a ti en ese viaje. Estás pensando en comenzar pequeño con una pequeña inversión semilla, probando tu idea con pequeños experimentos y aprendiendo si realmente funciona. Mientras tanto, un inversionista quiere darte 100x más dinero y quiere que crezcas y contrates un equipo masivo muy rápido. ¿Deberías aceptar este dinero? Según la teoría, no.
La idea básica del buen dinero y mal dinero es que el tipo de dinero que un manager acepta conlleva expectativas específicas que deben cumplirse. Estas expectativas influyen fuertemente en los tipos de mercados y canales que una empresa puede y no puede apuntar. El mismo proceso de asegurar financiamiento fuerza a muchas ideas potencialmente disruptivas a ser moldeadas como innovaciones de sustentación que apuntan a mercados grandes y obvios. Así, el financiamiento recibido puede enviar grandes ideas hacia el fracaso.
En resumen:
- Cuando las ideas emergentes están siendo nutridas durante los años nacientes, el dinero debe ser paciente para el crecimiento pero impaciente para las ganancias.
- Cuando las estrategias ganadoras se vuelven claras y las ideas deliberativas necesitan ser ejecutadas, entonces el dinero debe ser impaciente para el crecimiento pero paciente para la ganancia.
Cuándo aplicar#
Decidir cuándo aplicar una estrategia deliberativa versus una estrategia emergente depende de la naturaleza del problema u oportunidad que estás enfrentando. Una estrategia deliberativa es más adecuada para situaciones que son más estables y predecibles, donde hay mayor certeza sobre el futuro y cuando hay prueba factual de que algo funcionará. Por ejemplo, una empresa podría usar una estrategia deliberativa para desarrollar un plan de negocios a largo plazo para hacer crecer una nueva línea de productos basada en resultados positivos de un experimento más pequeño.
Por otro lado, una estrategia emergente es más adecuada para situaciones que son complejas e inciertas, donde la planificación tradicional es menos efectiva. Por ejemplo, una startup podría usar una estrategia emergente para experimentar con diferentes productos y modelos de negocio, basándose en el feedback de clientes e inversionistas.
En general, una estrategia deliberativa es más apropiada para situaciones donde puedes anticipar el futuro, mientras que una estrategia emergente es más apropiada para situaciones donde no puedes y necesitas probar múltiples escenarios.
| Emergente | Deliberativa | |
|---|---|---|
| Qué | Acciones no planificadas de iniciativas que surgen desde dentro de la organización. El producto de innovación espontánea y decisiones diarias de priorización e inversión tomadas por gerentes intermedios, ingenieros, vendedores y personal financiero (decisiones tomadas por personas que típicamente no están en un estado mental visionario, futurista o estratégico) | Acción organizada consciente y reflexiva. Generada a partir de análisis riguroso de datos sobre crecimiento de mercado, tamaño de segmento, necesidades de los clientes, fortalezas y debilidades de los competidores, y trayectorias tecnológicas. Implementada “top-down” |
| Cuándo | Cuando el futuro es difícil de leer, no está claro cuál debería ser la estrategia correcta. Esto es típico durante las fases tempranas de la vida de una empresa o producto, o cuando el panorama competitivo está cambiando. | Una estrategia ganadora se ha vuelto clara porque, en esas circunstancias, la ejecución efectiva a menudo marca la diferencia entre el éxito y el fracaso. |
| Cómo | Asegurar que los empleados estén empoderados para hacer surgir y elevar nuevas ideas. | La estrategia debe tener tanto sentido para todos los empleados cuando ven el mundo desde su contexto como lo tiene para la alta dirección, para que todos actúen de manera apropiada y consistente. |
Conclusión#
En conclusión, desarrollar una estrategia requiere consideración cuidadosa de ambos enfoques emergentes y deliberativos, así como de los conceptos de buen dinero y mal dinero. El mejor enfoque dependerá mucho del contexto en el que te encuentras y de lo que estás tratando de lograr.
Si estás tratando de comenzar tu empresa y solo tienes una idea, deberías usar una estrategia emergente para que puedas experimentar y probar ideas hasta que descubras cuál es la estrategia correcta para tu empresa. Durante esa fase, es una mala idea aceptar mal dinero ya que no hay prueba de lo que funciona, y estás convirtiendo todo el esfuerzo en una apuesta. Concéntrate en conseguir buen dinero, dinero que es paciente para el crecimiento, pero que te empujará a encontrar las ganancias, es decir, la estrategia correcta ya fue probada, solo necesitas hacerla crecer.
Si ya probaste qué funciona o no, o lo sabes basándote en trabajo previo en tu empresa, entonces puedes concentrarte en una estrategia deliberativa, evaluando los datos que tienes y enfocándote en el crecimiento.







